El proceso de escribir un libro requiere que la idea pase por diferentes estadios de «densificación».
Todas las ideas creativas deben pasar por un proceso de tamizado hasta llegar a manifestarse en la tierra.
Aquí van los pasos, en orden de aparición, en el proceso de manifestación de todo libro.
7. Tener la «idea general» de escribir un libro
Tenemos la idea o como decimos «nos baja una idea» , ya que las ideas son sólo «momentáneamente» nuestras… si la Creación ve que no hacemos nada con ella, la idea es reabsorbida a los mundos sutiles, y alguien más tendrá la posibilidad de ser canal de esa luz.
6. Comenzar a proyectarlo, a visualizarlo, a ver las partes del todo
Cuando tenemos la idea, vemos el todo de la idea. Nuestro primer impulso es ver «el producto final» , y no los pasos para lograrlo. ¡Ya vimos el libro que queremos escribir! Así funcionan las reglas de la Creación, primero el Todo, luego las partes, por ello , el camino de maduración de la idea hará que comencemos a proyectarla en nuestra mente, a entretenerla, a ver sus ángulos, y facetas. Vamos del Todo a las partes…
«Si lo puedes creer, lo puedes crear» y si la idea te bajo a vos, es porque está en vos el potencial creativo necesario para crear y manifestar aquello que ves en tu imaginación.
5. Hablar de la idea te ayuda a crearla
En algún momento comenzamos a hablar de nuestra idea, decirle al mundo que queremos escribir un libro.
Hay gente que piensa que solo vale hablar de las cosas después de que pasaron, para «no quemar la idea, o para que no te la copien» sin embargo, y energéticamente, hablar ayuda a que la idea tome forma
Creamos con la palabra.
Hablar es importante porque la voz tiene valor y peso creativo.
Compartirlo hace a la vez, que te vuelvas «responsable» ante un otro, «diste tu palabra». Hasta que no hablemos de lo que queremos nadie se entera y nadie nos pregunta “¿cómo venís con tu proyecto?”
Y a la vez…hablar de aquello que deseamos, y que vemos difícil o imposible, quizás le dé la posibilidad al otro de ayudarnos. Quizás aquello que es tan difícil para nosotros, o que no le encontramos la vuelta solos…al compartilo, ¡alguien más sepa como resolver!
¿Hablas de tus proyectos? ¿o sentís que tenés que arreglarte solo?
¿Cuál es tu miedo si lo compartís?
4. Poner el corazón
En algún momento necesitamos preguntarnos si realmente estamos listos y dispuestos a involucrar el corazón en esta idea.
¿Somos capaces de apasionarnos en esto que queremos manifestar? ¿Podemos poner la energía desde nuestro corazón para que suceda? ¡Necesitamos enamorarnos de la propuesta!
Cada etapa del proceso conlleva desafíos. Siempre podemos «abortar la misión» y el libro se queda…en el pensamiento, en las palabras, en el corazón, en el cajón…
Para que el libro deje de ser un deseo… deberemos aceptar el llamado del alma, y entregarnos con alegría y con pasión a la tarea… ¡y sentarnos a escribir!
3. Pasar a la acción
En algún momento necesitamos pasar a la acción, plasmar la idea en papel, moldear y darle forma a lo que queremos que suceda.
Entramos a un territorio más concreto, el libro comienza a densificarse, a ganar forma física, a entrar en el estadío del mundo material, que el otro puede ver medir, criticar o juzgar.
Por miedo a la humillación o a la crítica muchas veces saboteamos o boicoteamos nuestro proceso.
Muchos libros (o autores) no pueden trascender esta prueba, o este miedo y ahí se quedan… en el papel, en la computadora, en el cajón y si bien fueron escritos, ¡hasta ahí llegaron!
«Yo tengo un libro a medio escribir» o «yo tengo un libro que nunca le mostré a nadie porque no me animo»
¿Qué te limita? ¿El miedo a la crítica? (¿de quién?) ¿El miedo a la humillación? ¿Cómo vas a trascender ese miedo y expandir tu potencial?
Hasta aquí, cada etapa del proceso conlleva desafíos individuales para el autor. Siempre podemos «abortar la misión» y el libro se queda…en el pensamiento, en las palabras, en el corazón, en el cajón…
2. Armar equipo
Este bebé/libro (a esta altura ya se siente como un embarazo de un hijo) va a necesitar un equipo que lo ayude a nacer. Llegan las doulas, los editores, los diagramadores, los ilustradores…
Para el autor comprometido con el proceso, los estadios finales del libro son casi como un embarazo, el libro se espera con las mismas emociones que el nacimiento de un hijo.
Así como los bebes, los libros no llegan solos al mundo. Necesitará un acompañamiento editorial.
La editorial le dará una mirada profesional y técnica. El proceso de edición requiere idas y vueltas con correctores, diseñadores, ilustradores, etc …
¡No tienes que reinventar la rueda! ¡No tienes que hacerlo todo vos! Por todo esto es necesario elegir un buen equipo editorial que respete la esencia de lo creado, para potenciar y expandir tu creación siendo fiel a tu voz.
1. Dar a luz
Cuando el libro está listo, no solo se trata de imprimirlo y dejarlo en las cajas… ¿estás listo para maternar/paternar a tu libro?
¿Será que realmente los libros son como los hijos?
Deseamos que seas canal de Luz para este mundo que tanto lo necesita, y que creemos juntos la nueva humanidad.
Vasija de luz nace del deseo de dar a otros autores/padres la oportunidad de tener mejores embarazos y de ser mejores padres para sus hijos/libros.
¡Te acompañamos en el camino de bajada de tu libro, del Cielo a la Tierra, hasta que nazca y dé sus primeros pasos!
En Vasija de Luz contamos con un equipo amoroso, resolutivo y creativo. Le damos forma a tu idea, acompañamos a tu libro a nacer con amor, con cuidado y respeto a cada parte del proceso.